Con la primavera, cuando la temperatura y la luz son adecuadas empiezan a mover en nuestros cítricos unos pequeños botones florales.
Esas florecillas que decoran nuestros naranjos toman el nombre de azahar.
¿Y de dónde viene la palabra azahar? Es de origen árabe y significa flor blanca. En esta época del año, nuestros naranjos se visten de flor y de fruto a la vez, ofreciendo una visión muy poco habitual y que nos encanta.
¡Caminemos por nuestros campos y disfrutemos de ese olor tan intenso y tan característico que nos envuelve!